El pasado sabado de conmemorala
Batalla del 30 de
marzo, pero de 1844, hace 174
años, se libra en Santiago de los Caballeros la increíble,
fantástica y fabulosa “batalla” conocida en la
Historia por
la fecha: Batalla del 30 de marzo. ¿Por qué digo lo de
increíble, fantástica y fabulosa batalla? Por lo siguiente,
pero primero quiero que dejar claro que soy santiaguero
de pura cepa, de padres santiagueros, nacido, estudiado
y descendiente directo por parte materna de uno de los
calificados como héroes de esa batalla: Fernando Valerio;
soy Sosa Valerio. Y también descendiente del general José
Sosa, independentista y restaurador destacado en la región
de Neyba por ser de los primeros que se sublevó contra la
Anexión a España 9 el traidor Pedro Santana.
¡A mucha honra!
El presidente de Haití, general Charles Riviere Herrad
Ainé,
salió de Puerto Príncipe el 10 de marzo con una fuerza militar
de 30, 000 hombres que dividió en tres flancos para
penetrar
a la nación recién proclamada como independiente del yugo
haitiano: el primero estaba al mando del General Jean Louis
Pierrot con 10,000 hombres que entrarían por el norte, por
Dajabón, para tomar Santiago y Puerto Plata; el segundo
dirigido por el propio Herrad, pretendía tomar San Juan de
la Maguana y Azua, y el Tercero
dirigido por el general
Souffront debía entrar por Neyba. la que atacaría
a la ciudad
de Santo Domingo. Según el Parte de Guerra del general
José María Imbert (nacido como Joseph Marie Barthélemy
Imbert, en Le Plessis-Grammoire, País del Loira, Francia, 24
de agosto de 1798) del 5
de abril del 1844, el Comandante
en jefe de las tropas dominicanas,
remitido a la Junta Central
Gubernativa, informando sobre los
acontecimientos de esa
“batalla”, después de dar explicaciones
sobre las disposiciones
de índoles militares por él tomadas, dice, y
es a lo que me
quiero referir,
lo
siguiente:
SE HABÍA FORMADO EL ENEMIGO SOBRE DOS COLUMNAS
DE CERCA DE
DOS MIL HOMBRES CADA UNA…
La batalla comenzó a eso de las 12 del día y duró hasta más
o menos las 5 de la tarde… Y dice el general en su
informe:
EL ENEMIGO NO DEJÓ EN EL CAMPO DE
BATALLA NO MENOS DE 600 MUERTOS,
y según el efecto que produjo la metralla,
el número de sus heridos ha de ser mucho
mayor, el camino que sigue en su retirada no
es sino un vasto cementerio.
Por una protección manifiesta de la Divina
Providencia, el enemigo ha sufrido semejante
Pérdida.
"SIN QUE NOSOTROS HAYAMOS TENIDO
QUE SENTIR LA MUERTE DE UN SÓLO
HOMBRE, NI TAMPOCO HABER
TENIDO UN SÓLO HERIDO".
¡Cosa milagrosa que sólo se debe al
Señor de los ejércitos y a la justa causa!
Observen lo que he destacado en letras
mayúsculas, y quisiera que alguien
muchísimo más versado en Historia
que el autor de este comentario, me
diga en qué cabeza medianamente
pensante cabe aceptar eso de que
los haitianos dejaron no menos de
600 cadáveres y los dominicanos
completamente ilesos y ni una
sola baja.
El Ejército de una nación que se levanta
contra la esclavitud; dura 12 años de guerra
sangrienta; proclama su independencia en
1805, la primera de
América Latina.
Derrota al Ejército más poderoso de Europa,
el de Napoleón; derrota a su cuñado Leclert;
derrota a los imperios inglés y español, fogueado
y entrenado en combates; un ejército que en 1779
aporta más de 500 voluntarios, con el oficial conde
d'Estaing a la cabeza, para luchar al lado de tropas
coloniales americanas contra la Gran Bretaña en el
sitio de Savannah; durante la Guerra de Independencia
de los Estados Unidos. Un Ejército, amplío, que siendo
Alexandre Petión presidente, entre los pertrechos, armas,
goletas, vituallas le entrega un puñado de soldados
voluntarios al Libertador Simón Bolívar para continuar
con la independencia de Sur América. Acaso eran
soldaditos de chocolates, de plomo o mancos de las
dos manos. Creo que el general Imbert debió de padecer
alguna enfermedad mental
como neurosis, Lo que le hacía
ver fantasías en vez de la realidad concreta
de los hechos.
O fueron los Ejércitos Celestiales comandados por el Guerrero
Santiago Apóstol el Mayor los que se enfrentaron a los haitianos.
Antes de la Batalla de Santiago, las tropas dominicanas dirigidas
por el Patricio Ramón Matías Mella, comandante de la región norte,
se enfrentan a la avanzada haitiana en Guayubín; otra dirigida por el coronel Francisco
Antonio Salcedo
(a) Tito con 500 hombres choca en La Talanquera -sitio de Mao entre los ríos
Chacuey y Maguaca- el 21 de marzo de 1844; otros ataques en los sitios de
Escalante(24 de marzo de 1844), y en Mao (27de marzo de 1844).
Todos estos combates se hicieron con guerras de
guerrillas,
en la que el patricio era un experto, que hasta escribió un manual
de la guerra de guerrilla que
fue el método empleado durante la
guerra de la Restauración de la Independencia.
Los enemigos se dividieron en dos columnas de 2,000 hombres
cada una, para atacar la ciudad por la izquierda y la derecha.
Las fuerzas de la derecha marcharon por La Herradura,
La Otra Banda, por el sitio denominado Emboscada, hasta
la Cuesta de Rafei y desde ese punto hasta Hoyo de Lima,
acampando
en el Arroyo de
Gurabito.
Se cuenta que el general Imbert, empleó el ardid de comunicarle
al general haitiano que el presidente de Haití, general
Herard Ainé,
había muerto el 19 en
Azua, y que no valía la
pena seguir sacrificando
vidas humanas con el presidente muerto. Pierrot
consideró que debía
partir de inmediato a su país para hacerse cargo del
poder.
La mentira funcionó.
El triunfo de las armas dominicanas no fue la labor de un
hombre, ni
siquierade un sólo comandante; más bien resultó un esfuerzo
colectivo
de unos pocos jefes: Ramón Matías Mella, José María Imbert –nombrado
el 27 de marzo como comandante supremode las tropas de Santiago - José María López, Francisco Antonio
Salcedo (a) Tito, Fernando Valerio, Gaspar
Polanco Borbón, Manuel María
Castillo, Román Franco Bidó, José Nicolás Gómez, Lorenzo y Dionisio
Mieses, José Gómez Mallol, Toribio Ramírez,
Marcos Trinidad, Manuel Jiménez, Pedro Florentino, Lucas
Evangelista de
Peña, etc...), y de miles de hombres de tropas, las
verdaderamente triunfadoras, porque ellas representan al valiente pueblo
dominicano.
Un nombre que debe ser mencionado aparte, es el de la
coronela Juana Trinidad Saltitopa, nativa de Jamao, La
Vega, distinguida patriota que desempeñó el oficio de
"aguatera",
es decir, se dedicó a cargar agua desde el río Yaque para enfriar
los cañones, poniendo en alto con esta acción el nombre y
el
patriotismo de la mujer criolla.
No sé si en la nueva Historia del Pueblo Dominicano,
editada recientemente por la Academia Dominicana de
la Historia, esa fantasía ha sido aclarada para no continuar
educando a los
estudiantes enuna historia increíble y fabulosa,
sujeta con razón a la
incredulidad y a la falsedad.
GLORIA ETERNA A LOS VERDADEROS FORJADORES
DE NUESTRA
NACIONALIDAD, LOGRADA BAJO SACRIFICIO, CORAJE,
VALENTÍA, DECISIÓN Y
SUEÑOS LIBERTARIOS.
¡ASI PIENSO. ASÍ ACTÚO!
ASOVA = Ariosto Sosa Valerio.
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